El encanto de tus ojos
Las luces de tu mirar
Imitan al amanecer
Ante el amor que ha de llegar
Nutrido por dulces besos
A ti sólo he de amar
Ya disfruta de aquel encanto
Amandote cada vez más
Necesito el calor de tus besos
El dulce de tu mirar
Te quiero, y no ha de cambiar.
Roberto Armocida
Paciente de internación de Madre Teresa